-
Agustín Luengo Capilla nació en Puebla de Alcocer el 15 de agosto de 1849.
No sólo será recordado por ser uno de los hombres más altos de la historia (235cm), sino porque sus restos descansan en el Museo Nacional de Antropología de Madrid. Su vida ha sido recogida en una novela reciente.
Tuvo una infancia que pasó casi inadvertida, sólo se recuerda que fue un chico enfermizo y se sabe que sus padres tuvieron que hacer un hueco en la pared de su habitación para poner unos tablones y poder ampliar así su cama.
Debido a sus extraordinarias características físicas, trabajó como hombre publicitario en un circo que circulaba por toda España. Ante su público ocultaba en sus descomunales manos «un pan de a kilo en cada una» y sostenía «una cuartilla de aceitunas».
Fue tal su fama, que fue presentado ante el joven rey Alfonso XII el 3 de Octubre de 1875, en una benévola acogida ya que Agustín estaba enfermo desde hacía dos meses.
El doctor Pedro González de Velasco, catedrático de Anatomía de la Facultad de San Carlos de Madrid, logró ponerse en contacto con el Gigante para proponerle un trato. El Dr. Velasco pagaría 2,50 pesetas diarias hasta el día de su muerte. A cambio, y mediante documento notarial, se haría cargo de su cadáver que pasaría a las dependencias de su recién estrenado Museo, inaugurado el 29 de Abril de 1875 por Alfonso XII.
Agustín murió en Madrid el 31 de diciembre de 1875, a los 26 años de edad, debido a su enfermedad, conocida como tuberculosis ósea.
El Dr. Velasco le realizó una detallada autopsia, un vaciado en yeso (el cuál encogió 10 cm), montó el esqueleto y preparó la piel, vestida con ropas que Agustín usó en vida. Todo este trabajo lo presentó a la comunidad científica en la Exposición Universal de París de 1878.
Actualmente se pueden contemplar los restos del vaciado de escayola y del esqueleto del Gigante en el Museo Nacional de Antropología de Madrid.
En el Museo Etnográfico de Puebla de Alcocer se conserva una bota que perteneció a Agustín y uno de los carteles originales con el que se anunciaba el circo, cedidos ambos objetos por los familiares.